domingo, 23 de noviembre de 2008

Acerca de Tonucci

Acerca del artículo "Un maestro nuevo para una escuela nueva"
de Francesco Tonucci
Me permito hacer un pequeño resumen antes de hacer mi comentario:
Se propone la Escuela Constructiva en lugar de la Escuela Transmisiva o Tradicional.
¿Porqué?
La Escuela Transmisiva parte de los siguientes supuestos:
-que el niño no sabe nada
-que el maestro es el que sabe
-que el desarrollo cognitivo de un niño parte de la idea de considerarlo como un recipiente vacío que debe llenarse progresivamente de conocimientos.
-que el aprendizaje es consecuencia directa y causal de la enseñanza
-que todos los niños son iguales.
Los supuestos de la Escuela Constructiva son:
-que el niño sabe y va a la escuela para reflexionar sobre sus conocimientos, organizarlos, profundizarlos, enriquecerlos y desarrollarlos en grupo.
-que el maestro garantiza que cada alumno pueda alcanzar el máximo desarrollo de sus potencialidades cognitivas, sociales, prácticas, con la participación y contribución del medio externo.
-que la "inteligencia" es un recipiente lleno que se modifica y enriquece por su reestructuración.
Esta visión del niño y de la escuela nos provoca una nueva visión del docente, ya que un maestro para el que sabe, es un maestro que no sabe todo.
¿Qué es lo que debe saber un maestro?
Un maestro debe haber recorrido él mismo, la búsqueda de los conocimientos que constituyen su competencia con el objeto de poder guiar luego a sus alumnos.
El maestro debe poseer un saber específico. Sabe cómo se trabajan los conocimientos, como se procede, cómo se discute. Sabe captar en los niños los intereses y motivaciones. Sabe proponer contenidos cercanos. Sabe destacar los conocimientos presentes garantizando a todos el derecho a la palabra y a la cooperación. Sabe descubrir las constantes, los desacuerdos y las contradicciones. Sabe estimular la discusión y la profundización de los temas. Sabe orientar en la búsqueda de documentos. Sabe dar continuidad al trabajo en el tiempo. Sabe comprobar los progresos de cada niño. Sabe adaptar sus intervenciones al desarrrollo real de la clase, etc. y sobre todo el docente debe ser alguien capaz de reconocer algo cuando el mismo no lo sabe.
Hay que profesionalizar la carrera docente para mejorar el perfil y la representación del docente en la sociedad.
Cierto que la visión del niño, ha sido por mucho tiempo, de la manera de la Escuela Tradicional, y aún persiste, incluso en mí. Se hace el círculo vicioso: lo que te hacen a tí, se los haces a los demás.
Necesitamos estudiar, investigar, producir, experimentar. El problema es que se ha dado poca o nula importancia a esto. Aprendimos a seguir esquemas, modelos, recetas. Y al querer cambiar, nos asustamos.
Ahora hay que recorrer el camino, hacernos preguntas, formular hipótesis, buscar soluciones, experimentar, equivocarnos, aprender a utilizar las herramientas de la mente y del cuerpo, para luego poder ayudar a nuestros alumnos.
Lo que entiendo es que mi trabajo no es llenar de conocimientos a mis alumnos, sino enseñarles o aprender con ellos cómo utilizar esos conocimientos en un momento en el que los necesiten. Para ello debo ser conciente de las necesidades de cada uno de ellos, y de las mías propias, para así tomar esas necesidades como punto de partida y explorar el mundo de manera útil y práctica.
Así la escuela será también una necesidad.
En cuanto a la Educación Artística se refiere, creo que es una oportunidad para trabajar con las necesidades emocionales, sentimentales, espirituales de los alumnos, que casi siempre se dejan de lado. Y dejar de trabajar para Festivales y monadas que hacen los niños, que supuestamente "no saben nada".

1 comentario:

Jesús Antonio Medina Lomelí dijo...

IRMA:
La visión constructivista que identificas es realidad si nosotros los educadores dejamos que sean ellos los alumnos quienes descubran el conocimiento a partir de los rumbos que les proponemos, si bien expresas que debemos desarrollar sentimientos entonces estamos en una Pedagogía Emocional que debemos aprender para desarrollarla.
Los festivales y otras manifestaciones no riñen cuando las dotamos de sentido explicativo de la cultura que se representa y no como una actividad aislada que tendrá que olvidarse,
Las competencias se desarrollan como tu identificas bién a partir del cuidado de cómo se desarrollan para fortalecerlas con nuevos retos colaborativos y comunicativos.